domingo, 1 de enero de 2012

Crítica Diario La Capital, de Rosario



La campana es un lugar mítico en altamar hacia el cual no es conveniente aventurarse. El peligro es perder la noción del tiempo y desaparecer sin estar desaparecido, sino sólo permanecer en una suerte de limbo entre la nada y la realidad. El problema es que cuando en la campana pasa una hora, en tierra firme se trata de años. El director Freddy Torres comienza su primer largo con ese interesante punto de partida, similar al que mostró en el corto “Líneas de teléfono”, para luego sumar y entretejer el resto de las historias de este singular relato que pivotea entre la ciencia ficción y el realismo, pero que tiene como sustento una historia de amor.
El filme tiene en el centro de la escena las relaciones intrincadas entre un grupo de hombres de mar, una prostituta y una joven que queda en medio del conflicto. La película transcurre en el ambiente de los pescadores del puerto de Mar del Plata, y comienza con el viaje de uno de los protagonistas hacia ese lugar en el que la mayoría de los marineros cree y teme, y luego del cual nada resulta igual. El relato tiene a la Guerra de Malvinas como telón de fondo, un momento histórico que funciona como referencia temporal, pero que al mismo tiempo enrarece el clima y el contexto. Uno de los aciertos del director es la forma en que se acerca a una historia que tenía por igual partes de dura realidad y fantasía. Y logra, sin embargo, completar un trabajo con clima de tragedia sin resultar obvio y mostrarlo con imágenes cuidadas en una sobria puesta en escena.

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